Entrar al templo de la Quietud es un acto de amor hacia ti.
Entrar al templo de la Quietud es un acto de amor hacia ti.
Es compromiso, es búsqueda interior, es ilusión, es aventura.
Siempre sabrás cómo encontrar la entrada al templo, pero nunca qué te vas a encontrar dentro.
A veces estará vacío, solo para ti. Podrás sentarte y meditar, escribir, reflexionar. A veces habrá otras personas dentro con las que compartir el silencio. Podrás escuchar, compartir, preguntar, emocionar(te), inspirar(te).
Siempre estará abierto.
Deja los zapatos en la puerta y entra sin llamar.
